HOY PUEDE SER UN BUEN DÍA PARA EMPEZAR



Estos días aplaudimos agradecidos al personal sanitario. ¡MERECIDO!

Ayer he ido al supermercado. Esperando en la cola para pagar, observaba como trabajaba con agilidad la cajera enfundada en su mascarilla (¡qué sofoco trabajar así!) y sus guantes de latex. Tiempo para pensar. Cuanto bien está haciendo esta chica a personas anónimas que entramos al supermercado por necesidad. Ahí está hora tras hora con el miedo siempre en el cuerpo. No lo paga el sueldo. Lo mismo la chica de la frutería o el chico que me atendió en la carnicería. ¿y los reponedores? ¡Qué haríamos sin ellos! Gracias a los transportistas que abastecen el supermercado, la farmacia o la panadería, entre otros. Gracias al agricultor y al ganadero que siguen trabajando de sol a sol para que podamos comer.

Os propongo que cada vez que nos sentemos a la mesa demos gracias a Dios por todos y cada uno de ellos. Si tenéis niños, dejad que los enumeren ellos.

Y también os animo a que cada vez que nos atiendan en un mostrador demos las gracias mirando a los ojos. No es propina es deuda.



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