Hoy es un día único. Estamos redescubriendo lo frágil que es nuestra vida, lo fácil que es enfermar, lo simple que es morir. Y, por eso, se abren los ojos para ver que cada día es un milagro. Disfruta y aprovecha el hoy con inteligencia y amor. La sabiduría de Salomón nos enseña en un proverbio: “Para el desdichado todos los días son malos, pero el corazón feliz siempre está de fiesta”.